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jueves, 24 de junio de 2010

Testimonios orales permiten hallar una fosa común en Puerto Real


Pedro Espinosa (http://www.foroporlamemoria.info/)

No estaba en los papeles. Pero sí en la memoria. Una nueva fosa común de fusilados durante la Guerra Civil en Puerto Real (Cádiz) ha sido hallada gracias al testimonio de ancianos, niños entonces, que han orientado a expertos y arqueólogos para localizar el lugar del cementerio de la localidad donde fueron enterradas decenas de cadáveres. La Asociación de la Memoria Histórica ha iniciado ya los trámites para reclamar la exhumación e identificación de los restos encontrados. El colectivo tiene una lista con 124 nombres y apellidos. Pero sus responsables temen que la fosa esconda muchos más cuerpos anónimos.

La fosa del camposanto de Puerto Real no aparecía en los documentos oficiales, aunque los archivos sí guardan los consejos de guerra que ordenaron matar a esas 124 personas. Nunca se había sabido exactamente dónde estaban. Las catas arqueológicas realizadas en una parte del cementerio han permitido encontrar restos de munición, cal y los primeros huesos. “Todo se ha descubierto en tres catas en unos cuadrados de un metro y cuarenta centímetros cada lado. A 80 centímetros de profundidad ha aparecido el primer cadáver”, relata el presidente de la asociación en Puerto Real, Francisco Aragón.

La concreción de los hallazgos eleva el drama, humaniza la tragedia. Una zapatilla, algunas prendas raídas, un botón, cráneos y varios huesos, de diferentes personas, un casquillo de bala hecho en Pirotécnica del Sur, en Sevilla, en un año clave: 1936. Esas catas son para la Asociación de la Memoria Histórica de Puerto Real prueba suficiente para corroborar lo que varios veteranos vecinos de la localidad ya les habían relatado. Entonces no tenían más de nueve años pero recuerdan los fusilamientos y la pila de cuerpos dispuestos para ser enterrados. Son los recuerdos que han permitido dar con esta fosa.

La asociación ya ha solicitado a las autoridades el inicio de los trámites para la exhumación e identificación de los fallecidos. “Queremos que se haga cuanto antes”, urge el presidente del colectivo.

La Junta de Andalucía es la que debe conceder el permiso y proceder al análisis de los restos. Los archivos civiles y militares consultados por los expertos en memoria histórica revelan que en el cementerio de Puerto Real se produjo en 1936 el fusilamiento de, al menos, 124 personas, cuyos nombres y apellidos están en registros de los consejos de guerra de aquel año. Fueron asesinados por su vinculación con el bando vencido. “Pueden estar los 124 o quizás haya muchos más. Es lo que hay que averiguar lo antes posible”, cree Aragón.

La fosa común ha sido tapada a la espera de que la administración autorice la exhumación. Pero a esos muertos ya se les homenajea. El domingo pasado, durante el anual acto de recuerdo que en el cementerio de Puerto Real se ofrece a las víctimas de la Guerra civil, la comitiva se trasladó desde un monumento levantado a la causa hasta el lugar donde se supone que descansan los restos de decenas de fusilados. Esos muertos ya tienen sus primeras flores.

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