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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Localizadas en Cádiz 100 fosas comunes que guardan los restos de 3.021 víctimas

Fosa en el Cementerio de San Fernando

La Administración presenta el mapa andaluz donde se marcan los enterramientos de la Guerra Civil
Publicado en: La Voz digital.es

El viceconsejero de Gobernación y Justicia, José Antonio Gómez Periñán, presentó ayer en Sevilla el Mapa de Fosas Comunes en Andalucía; un documento donde quedan identificados los enterramientos que se hicieron durante la contienda civil y la posguerra. Unas tumbas colectivas que con el paso de los años fueron quedando en el olvido pese a que en ellas, según estimaciones de la Junta, se encuentran los restos de 47.000 víctimas. En total, se han localizado 614 fosas en toda la Región. Periñán subrayó que estas cifras sitúan a la Comunidad Autónoma a la cabeza en los trabajos de identificación de estos fallecidos cuyos familiares claman por recuperar su dignidad.

Si se acude a los enterramientos descubiertos en suelo gaditano, esta provincia está entre las que más fosas colectivas se abrieron. Un centenar se ubica en distintos puntos de Cádiz. El 71% de ellas están localizadas en los cementerios, ya sea en su interior o contiguas a sus tapias. Sólo supera a la provincia en número Sevilla, con 130; y Huelva, con 120. Y es que en este triángulo de la Andalucía occidental el bando de guerra de la ley franquista fue aplicado con todo el rigor. En el resto de provincias andaluzas se han podido localizar nueve en Almería, 69 en Córdoba, 86 en Granada, 24 en Jaén y 76 en Málaga.

En el centenar de fosas señalado en el mapa de Cádiz están guardados los restos de 3.021 víctimas. Si bien este número está lejos de los fallecidos que están registrados en otros enterramientos andaluces. Así, por poner algunos ejemplos, en Córdoba hay enterradas 9.579 personas; en Granada, 5.500; en Huelva, 6.019; en Málaga, 7.471; y en Sevilla, 12.507.
Las fosas que se investigan en Cádiz están repartidas por toda la geografía provincial. Si se observa el gráfico inferior se constata que en la mayoría de las localidades de la Sierra hay enterramientos que datan de la Guerra Civil. Si bien los municipios con más fosas están situados en puntos opuestos del mapa. Se trata de San Roque (10) y Jerez y Arcos, ambas con seis fosas identificadas.

El viceconsejero estuvo acompañado durante la rueda de prensa por el comisario para la Memoria Histórica, Juan Gallo, quien confirmó que se han podido identificar «aproximadamente el 50% de los nombres». Las fuentes de información que han sido utilizadas han sido en su mayoría (un 90 % de los casos) el testimonio oral de testigos, de los familiares o de investigadores locales, y en el restante 10 %, los técnicos han acudido a los registros civiles, judiciales y de los cementerios que han permitido constatar la existencia de ejecuciones en esos municipios.

Este trabajo de campo ha permitido identificar cada fosa, localizarla, describir sus características, realizar un relato histórico sobre las circunstancias de su apertura, estimar el número de víctimas y enumerar las actuaciones de exhumación conocidas.

Inicio sangriento

El 80 % de las fosas se abrieron en 1936, cuando las ejecuciones en el bando rebelde se realizaban por «aplicación del bando de guerra», mediante lo que se llama el «paseo». Por su parte, las fosas correspondientes a los restantes años de la guerra se localizan principalmente en la zona oriental de Andalucía, coincidiendo con la cronología del avance del ejército franquista. También se han descubierto 20 fosas posteriores a 1939, reflejando la prolongación de la represión durante la posguerra, en algunos casos contra la guerrilla que resistió en los montes andaluces una vez implantada la dictadura.

Por su parte, Juan Gallo reconocía que pese al laborioso trabajo que están llevando a cabo no se podrá cumplir un objetivo pleno, ya que «nunca serán identificadas el 100% de las víctimas, porque lo impida el estado de los restos, o porque no hay familiares para contrarrestar los mismos». En ese sentido, el comisario para la Memoria Histórica insistió en que «se están exhumando los fallecidos reclamados por los familiares, porque hay víctima no reclamadas o que ya han sido sacadas de esas fosas».

Gómez Periñán manifestó que las metas de este mapa de fosas de víctimas de la Guerra Civil y la posguerra en Andalucía son «el de llenar una vacío historiográfico, procurar la dignificación y preservación de los lugares de enterramiento; y que los restos encontrados puedan ser, si es posible, entregados a sus familiares para darles sepultura». El viceconsejero añadió que la intención de la Administración regional es que «las víctimas ignoradas de la guerra y la posguerra sean honradas, reconocidas y rehabilitada públicamente, y contribuir en un ejercicio de memoria por el reconocimiento y contra el olvido». Por eso, además, ha añadido que «de los 359 municipios donde han aparecido enterramientos, en 172 ya se han hecho o se van a hacer monumentos a la memoria a cargo de la Junta de Andalucía».


Memoria recuperada (Comentario a la noticia)

Una de estas fosas comunes, según cuentan los abuelos, se encuentra debajo del Parque de la Plaza Asdrúbal de Cádiz. ¿Será por eso, por lo que ningún gobierno ni de izquierdas, ni de derechas, ha querido hacer un parking subterráneo bajo la antigua plaza de Toros? Se ha remodelado en 2 ocasiones y curiosamente nunca se han llevado a cabo las excavaciones. Según contaban, se fusilaba y se enterraba allí mismo. Triste sorpresa para quien lo descubra.

Por cierto cuando se quemó "accidentalmente" el Archivo General del Departamento Marítimo 4 plantas (en agosto de 1976), situado en la Escuela de Suboficiales de San Fernando (Ningún Jefe salió condenado, a pesar de que los bomberos de la Armada tienen su base a 150 metros del Edificio, no llegaron a tiempo) se podrían haber salvado todos los Juicios sumarísimos y localizaciones de fosas comunes, pero hicieron limpieza antes de que se aprobara la reciente democracia. Casualmente se salvó toda la documentación anterior a 1936, que fue llevada a Madrid unos años antes, sólo quedaba toda la documentación militar de la Guerra Civil y de los que desgraciados que fueron juzgados y asesinados injustamente con posterioridad. Durante días volaron por los aires documentos quemados con nombres y apellidos, motivos del juicio, acusaciones de los representantes de la Iglesia, militares sublevados, etc...

También existía otra fosa común junto al campo de Tiro de la Armada en la Casería, frente a la bahía.


Otra frente al Penal Militar de las 4 Torres en el Arsenal de la Carraca perdidos en el fango.

Todo comprobable con un poquito de interés. Esto no es venganza, es recuperar la memoria de los que no han podido descansar en paz después de 60 años.

martes, 7 de diciembre de 2010

La memoria enterrada

Carlos Cherbuy

Los Ayuntamientos de la Bahía, nada o poco han hecho por cumplir con la Ley de la Memoria Histórica

Para las administraciones locales, hoy todo queda como un rumor. Una especie de ruido en el que resulta imposible distinguir la verdad, porque se encuentra bajo tierra, mezcla de huesos batidos por las balas, verdades escondidas tras capas de cal y olvido cultivado interesadamente, metódicamente, premeditadamente…

Enterraron la ignominia en fosas y cunetas, y la memoria de lo que sucedió también quieren enterrarla con paladas de tiempo, con gestos hipócritas, con una incumplida ley, porque se legisló para el olvido, para la desmemoria, para el incumplimiento.

La verdad sigue enterrada, está enterrada y el suelo de San Fernando, también ahoga el grito de aquellos que fueron fusilados en época franquista. Han pasado los años y poco o nada se ha avanzado para que las familias puedan encontrar a sus desaparecidos, a sus fusilados. Según se ha podido saber la fosa común del cementerio isleño no es la única que guarda en sus entrañas lo que una vez fueron arranchados gritos, balas, cal y cuerpos. En la misma puerta de la Carraca tanto en su margen izquierdo como en el derecho se cree que existen restos de víctimas de aquella época, así como en otros lugares de la ciudad de tradición salinera o industrial como las inmediaciones de la antigua fábrica de San Carlos.

Los nombres, al menos, se han recuperado gracias a la labor de Pepe Casado y su obra "Trigo tronzado" en la que su habilidad para esquivar la vigilancia del párroco y del sacristán de la Iglesia Mayor Parroquial de La Isla, consiguió copiar el libro secreto que por el párroco, de su puño y letra, registraba a diario por “orden especial del Ilmo. Sr. Vicario Capitular del Obispado” y que recoge los datos de los “feligreses que fueron asistidos en la hora de sus muertes, decretadas por Consejo de Guerra o por Ley de Guerra”… es decir, los datos personales de los isleños fusilados; Ahí se pierde ya el trabajo por recuperar la Memoria Histórica en San Fernando.

Los nombres de calle de tradición franquista, el título de Hijo Predilecto de La Isla al genocida general Varela, placas y símbolos permanecen. Tan sólo se ha quitado una placa de mármol falangista de la Iglesia Mayor tras su restauración. Aunque como se pudo comprobar en el encuentro que se mantuvo para la conmemoración de la muerte del alcalde isleño Cayetano Roldán, a la que acudieron diferentes asociaciones de la Bahía, no es el único municipio que se encuentra en estas circunstancias.

La AMH de la capital está preocupada por el traslado de restos del cementerio. Aseguran no tener ayuda del ayuntamiento para la identificación de las fosas comunes que existen en el recinto.

En el Puerto de Santa María la lucha sí ha tenido algún resultado, pues la ciudad cuenta con un mausoleo en honor a las víctimas. Además el colectivo de esta ciudad está realizando un fondo documental de datos y vídeos con testimonios para localizar no sólo a familiares sino las diferentes fosas comunes.

La situación de Puerto Real es bien distinta pues cuenta con un monolito se han eliminado los símbolos franquistas y se han localizado ya a 132 personas fusiladas. Además se espera el permiso para realizar las primeras catas de fosas comunes para comenzar a trabajar para solicitar las exhumaciones.

Ese paso lo ha dado ya Chiclana al conseguir la asociación de Memoria Histórica la autorización del Ayuntamiento para que se realice una cata en el cementerio San Juan Bautista, y que pueda localizarse la fosa común que, se cree, existe en esta zona. La historia se remonta a varios meses atrás, cuando desde la Asociación para la Memoria Histórica de la ciudad trasmitió la intención al Consistorio local de efectuar estos trabajos.

El responsable del Comisariado para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta, Juan Gallo, ya visitó la zona acompañado de dos arqueólogos y responsables locales.
Esta primera toma de contacto resultó muy positiva. Según explican los expertos, en el cementerio de Chiclana podría encontrarse una fosa común en la que podrían estar enterrados una treintena de fusilados en la Guerra Civil.
Tras obtener los correspondientes permisos, el comisariado va a iniciar una serie de catas arqueológicas para detectar la fosa en el patio de San Julio y, en caso de que se hallara, procederá a su delimitación y protección para evitar que se sigan construyendo nichos encima.

En el encuentro de memorialistas también quedó patente el contrapunto de otras localidades que como Aguilar de La Frontera (Córdoba) o Marchena (Sevilla) las asociaciones, con su tesón y trabajo de años han conseguido implicar a sus ayuntamientos y arrancarles algunos apoyos y se han conseguido avances importantes en la recuperación de la memoria y la dignificación de las victimas del franquismo.

La casi totalidad de estos pequeños logros son solo el fruto de un trabajo constante de familiares, asociaciones, arqueólogos e historiadores y de algunas administraciones locales, las menos, que empujadas y a remolque de los memorialistas han puesto su granito de arena. En nuestra Bahía sus ayuntamientos nada o poco han hecho por cumplir con la Ley de la Memoria Histórica.