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viernes, 13 de abril de 2012

Vidas robadas


La monja acusada del robo de bebés se niega a declarar ante el juez.

Sor María Gómez Valbuena se ha negado a hablar ante el juez por su supuesta implicación en un caso de niños robados y, por tanto, permanece imputada por el delito de detención ilegal por el que había sido llamada a comparecer. El juez Adolfo Carretero ha citado a declarar en calidad de testigos a los padres adoptivos de la supuesta niña robada. La monja es la primera acusada directamente tras 1.500 denuncias interpuestas en fiscalías de toda España por madres que creen que les robaron a sus hijos tras el parto.

Gómez Valbuena, con el hábito de las Hijas de la Caridad, ha acudido poco después de las ocho de la mañana al Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid acompañada por otra religiosa de la congregación y una hora y media antes de la citación. Pretendía -y lo consiguió a la entrada- esquivar a la multitud de medios de comunicación que la esperaban, entre ellos muchos extranjeros. Tras acogerse a su derecho a no declarar ante el juez, salió escoltada por varios policías municipales por una puerta lateral, la del juzgado de guardia, pero entonces no pudo evitar a los medios de comunicación.

Tampoco a otras madres que la acusan de robarle a sus bebés y que en cuanto la vieron empezaron a gritarle: "¡Sinvergüenza!","¡Queremos verte la cara!" mientras sor María se subía a un Mercedes Benz todoterreno negro con los cristales tintados para abandonar las dependencias judiciales.

Afectados por el robo de niños han pasado la noche frente al colegio de las Hermanas de la Caridad donde vive la monja imputada con lazos amarillos y carteles con sus peticiones
La monja, de 80 años, ha contratado los servicios de José María Calero Martínez, abogado de los padres de la menor asesinada Marta del Castillo. También la fiscalía de Madrid la citó a declarar como imputada, y también en aquella ocasión la monja se negó a hablar. Decenas de madres que buscan a sus hijos y que han visto sus casos archivados en las fiscalías por falta de pruebas tenían todas las esperanzas depositadas en que esta vez sor María iba a contar al juez lo que hizo y lo que sabe.

El caso por el que el juez ha citado como imputada a esta monja es el de María Luisa Torres, que dio a luz en 1982 en la clínica de Santa Cristina de Madrid a una niña, Pilar, que asegura le arrebató sor María bajo la amenaza de quitarle también a su otra hija "por adúltera", según la denuncia. Gracias a la ayuda del padre adoptivo de Pilar, madre e hija pudieron reencontrarse el año pasado, 29 años después del parto. La semana pasada ambas declararon ante el mismo juez que hoy ha tratado de interrogar a sor María. "Si no lo paga aquí, lo pagará arriba", afirmó Pilar refiriéndose a la religiosa, antes de entrar al juzgado. "Merece el mayor de los castigos", añadió su madre.

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