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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Las excavaciones en el Marrufo tendrán que continuar el verano próximo



Las excavaciones para localizar los restos de las personas fusiladas por las tropas franquistas en el cortijo del Marrufo no van a terminar este año. Con la llegada del otoño y la amenaza de lluvias el trabajo de campo se debe suspender. Van a ser necesarias nuevas campañas para localizar, excavar y exhumar los cadáveres que aún quedan enterrados clandestinamente.

A comienzos de la semana que viene habrán sido extraídos los restos del último de los 28 cuerpos que se localizaron este verano. El trabajo de los arqueólogos habrá terminado entonces en las siete fosas halladas y los antropólogos físicos centrarán su trabajo en la elaboración de los informes individualizados de cada uno de ellos. Pero hay indicios de que todavía quedan más fosas comunes en las laderas del monte que rodea el cortijo.

Jesús Román, coordinador del trabajo de los arqueólogos, explica que en el Marrufo no hay fosas grandes y profundas con gran cantidad de cadáveres, sino pequeñas fosas repartidas por el terreno y de poca profundidad. La dureza del suelo, formado por arcillas expansivas, y la tranquilidad con la que verdugos y enterradores trabajaban en un lugar apartado de cualquier núcleo urbano hicieron que los enterramientos clandestinos puedan estar desperdigados por el monte y no estén concentrados en un único lugar. De ahí la necesidad de seguir localizando nuevos sitios con sepulturas.

Román explicó que el hecho de que se hayan abierto siete fosas en vez de una ha retrasado mucho la labor este verano, ya que cada vez que se localiza una, los arqueólogos hacen un trabajo previo a la excavación que incluye su registro, localización, fotografía, croquis, documentación, etc. Y eso ha habido que hacerlo siete veces.

De las siete fosas localizadas, seis (las numeradas como 1, 2, 3, 4, 6 y 7) están próximas unas a otras en una extensión definida. El perímetro en el que se presuponía en un principio que existía la fosa numerada como 4 ha resultado estar compuesto en realidad por tres fosas (las numeradas como 4, 6 y 7). Por su parte, la fosa 5, en la que se localizó un cuerpo, está situada en una zona más elevada, en un punto intermedio entre las edificaciones del cortijo y las seis fosas mencionadas.

Román añade que, de todas formas, la labor de arqueólogos y antropólogos no es una carrera contrarreloj para ver cuántos cuerpos sacan en el menos tiempo posible, sino un trabajo serio y científico que se realiza en base a unos protocolos y con el respeto que los cuerpos y las familias merecen.

Es el protocolo que se seguirá utilizando en futuras excavaciones y en la que todavía es posible que se haga antes de final de mes si aparecen evidencias claras en algunos de los sondeos que ya están más avanzados donde se han descubierto majanos, montones de piedras usadas en el campo para señalar lugares de interés, y restos de balas y proyectiles.

Además, José Antonio Peña y Teresa Teixidó, dos técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica, llevan unos días trabajando con georradares en 3D en una superficie acotada intermedia entre la fosa cinco y las otras seis. Peña y Teixidor acabarán el martes 11 su labor en la zona que está por encima del las fosas abiertas este verano. Empezarán entonces a procesar la información, representar los datos geofísicos, interpretar arqueológicamente los resultados y emitir un informe con sus conclusiones.

José Antonio Peña es doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada y Teresa Teixidó es doctora en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona, especialista en sísmica de reflexión superficial.

Los responsables de las excavaciones están convencidos de que los resultados del trabajo con georradar serán positivos y que por tanto habrá que volver a empezar con las labores previas a las excavaciones que habrá que hacer el verano que viene. La asociación de familiares de represaliados por el franquismo en El Marrufo y La Sauceda han solicitado también a la Consejería de Medio Ambiente y al propietario de la finca permiso para desbrozar y eliminar vegetación en las zonas aledañas a las fosas halladas este verano y en otras donde hay indicios, en forma de majanos y restos de balas y proyectiles.

El hecho de que uno de los cuerpos estuviera enterrado bajo un lentisco hace presuponer que donde hoy hay vegetación hace 76 años no la hubiera y que haya más fosas bajo terreno que entonces estuviera limpio y hoy tiene cubierta vegetal.

La dirección del parque natural de Los Alcornocales ya ha autorizado la realización de desbroces manuales de matorrales en la superficie circundante a la zona en la que se localizó la quinta fosa común, la que contenía el cuerpo anteriormente citado.

Para estos y futuros trabajos, la Dirección General de la Memoria Democrática de la Junta de Andalucía garantiza todo su apoyo administrativo y político a la Asociación de familiares de represaliados por el franquismo en La Sauceda y El Marrufo. Representantes de esta asociación y del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar se entrevistaron el miércoles 5 con Luis Naranjo Cordobés, director general del citado departamento, dependiente de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales.

Naranjo, que ya en el mes de julio estuvo en el Marrufo, explicó que la ley de protocolo de exhumaciones respalda las futuras actuaciones en el cortijo jerezano y prometió ayuda para las pruebas de ADN y la búsqueda con georradar en las futuras campañas. El director general añadió que su departamento va a buscar la colaboración de instituciones universitarias de Andalucía con éste y proyectos similares.

Naranjo adelantó que ya está muy avanzado el trámite para declarar como Lugar de Memoria todo el valle de La Sauceda y aceptó la invitación del Foro para participar en las actividades que se van a organizar en el Campo de Gibraltar en lo que queda de año: colocación de placas conmemorativas en recuerdo de las víctimas del franquismo en lugares con fosas y otros sitios emblemáticos de las siete localidades de la comarca; una exposición itinerante sobre la represión franquista en la zona; publicación del catálogo y una guía didáctica sobre la misma; y unas jornadas de memoria histórica con conferencias y coloquios, pero también con cine y música de cantautores.

Arturo Ruiz, directivo del Foro, informó que Naranjo confirmó que va a estar en algunas de estas actividades y valoró muy positivamente el compromiso y el apoyo mostrado por el director general de la Memoria Democrática para sacar a la luz toda la verdad de lo que pasó en La Sauceda y para que de una manera clara y didáctica lo conozcan todas las generaciones.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Afectados por posibles robos de bebés se manifiestan este sábado en Madrid contra los "errores" de Toxicología


Europa Press.

La Asociación ADN-D, radicada en Granada, ha convocado para este sábado en Madrid una manifestación contra los "errores" cometidos por el Instituto Nacional de Toxicología en los análisis de ADN en los casos de posibles robos de bebés en España, y en concreto en el de Eduardo Raya, el abogado granadino que fue el primero del país en denunciar ante la justicia la sustracción de su hija, nacida en 1990 en el Hospital Clínico de Granada.

El colectivo ha convocado a distintas asociaciones de afectados por el robo de niños, que fletarán autobuses para acudir a la cita, a partir de las 11,30 horas. La manifestación partirá desde la Fiscalía General del Estado y concluirá en el Ministerio de Justicia, donde Eduardo Raya leerá un manifiesto.

El pasado 24 de julio, Raya y su mujer, Gloria Rodríguez, anunciaron que habían trasladado al Parlamento Europeo la primera queja formal por la situación en España en lo que respecta a la investigación de sustracciones de bebés, por la violación de derechos fundamentales de la ciudadanía.

Asimismo, el letrado aseguró que agotará toda la vía penal para aclarar su caso, archivado por el Juzgado de Instrucción 2, y que está dispuesto a trasladar el asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia).

Raya considera que su caso encierra "graves contradicciones", que sin embargo no han servido para continuar con la investigación en el Juzgado, pese a que, según afirma, cuenta con pruebas "documentales y científicas" que indican que el robo efectivamente se produjo.

Su hija nació el 6 de junio de 1990, después de que uno de los doctores del Clínico le practicara una cesárea urgente a la madre por supuesto sufrimiento fetal, el mismo facultativo que "casualmente" fue condenado tres años más tarde por la Audiencia Provincial de Granada por una adopción irregular.

Tres días más tarde, el Hospital comunicó a los padres que la hija había fallecido, y sus supuestos restos fueron enterrados. Sin embargo, años más tarde, en 1998 los padres decidieron trasladarlos para enterrarlos junto a su abuelo paterno, pero antes les hicieron pruebas de ADN en dos laboratorios (Tecnogen y Genómica) que dictaminaron que aquellos restos no pertenecían a su hija.

EL PRIMER CASO DENUNCIADO EN ESPAÑA

Así, Raya denunció los hechos ante la Fiscalía --el primero denunciado en España-- el 23 de marzo de 2010, y el caso fue llevado al Juzgado por el Ministerio Público, que era la primera vez que en Granada trasladaba un posible robo de niños ante el juez. Entonces, aparecieron "milagrosamente" y después de 20 años unos restos conservados en parafina de un hígado que el Hospital "se saca de la manga" y que el Instituto Nacional de Toxicología, dependiente del Ministerio de Justicia, certifica que corresponden a la hija. Toxicología ya había analizado previamente los restos exhumados por la familia, aunque no encontró en ellos ningún tipo de ADN, y ya dijo que no serían idóneos para su análisis más de 40 días antes de recibirlos.

Entonces, la magistrada del Juzgado de Instrucción 2 decidió archivar el caso en primera instancia, y el padre decidió de nuevo enviar los restos de hígado aportados por el Hospital a un especialista del Clínico de Barcelona, que determinó que no se trataba de un hígado fetal o de un recién nacido de pocos días.

Ello, según Raya, venía a evidenciar que la investigación se había archivado en base a "una prueba falsa" y la juez decidió reanudar la instrucción, y envió los mismos restos parafinados a Toxicología de Sevilla, que no aclaró, pese a que así se le solicitó por parte del Juzgado, si correspondían a un recién nacido, y simplemente señaló que pertenecían a un niño con un síndrome de hepatitis neonatal. Fue entonces cuando la magistrada, de nuevo, dicta el auto de sobreseimiento libre, es decir, el archivo definitivo.