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domingo, 28 de octubre de 2012

En homenaje al Alcalde D. Cayetano Roldán Moreno, en el 76º aniversario de su fusilamiento.


Compañeras y compañeros, camaradas, amigas y amigos, conciudadanas y conciudadanos:

Nos hemos dado cita ante la fosa común de nuestro cementerio para honrar la figura de don Cayetano Roldán Moreno, cuya biografía podría abordarse desde muchos puntos de vista: gran profesional de la medicina, filántropo y hombre caritativo, buen esposo y padre de familia numerosa; o desde la perspectiva  de ser una de las muchas víctimas inocentes del tan trágico como sangriento golpe de Estado fascista de julio de 1936, el cual desencadenó en San Fernando una ola de asesinatos protagonizados por elementos de la Falange y militares alzados contra el orden legal y constitucional de la II República: fueron igualmente aniquilados simpatizantes, militantes, concejales y dirigentes de organizaciones de izquierdas (anarquistas, socialistas, comunistas, integrantes de Izquierda Republicana, ugetistas…). Además de masones o simplemente personas que mostraron alguna sensibilidad con las penurias del proletariado en tiempo de crisis, como fue el caso de don Manuel de Sancha Morales, fusilado mayormente por haber organizado un concierto en beneficio de los parados de la ciudad y tener relación con otros músicos supuestamente masones.

Pero no estamos aquí sólo para rememorar el vil y cobarde asesinato de un hombre bueno a manos de unos abyectos fascistas, quienes previamente se regodearon contándole que en los primeros días del golpe les habían quitado la vida a sus tres hijos varones.

Lo que nos congrega aquí es la dimensión política de don Cayetano, cuyo único “pecado” fue ser alcalde republicano y de izquierdas (militó en el PSOE y en Izquierda Republicana). Republicano y de izquierdas, como otros compañeros cuyos cuerpos yacen junto al suyo, algunos de ellos concejales por entonces de nuestro Ayuntamiento.

Pese a provenir de familia acomodada, don Cayetano, hijo a su vez del también muy apreciado alcalde don Manuel Roldán, heredó de él sus inquietudes políticas, en el contexto de una España convulsa por la corrupción y el desangramiento de las clases populares en una ruinosa y descabellada guerra colonial en el norte de África durante el reinado de Alfonso XIII y la subsiguiente dictadura de Miguel Primo de Rivera. Entonces la credibilidad del rey y del mismo sistema monárquico alcanzaron sus cotas más bajas, las cuales se vieron reflejadas en las elecciones municipales de 1931, donde la opción republicana resultó claramente ganadora en las grandes ciudades.

 El proletariado –castigado por la represión política y la grave crisis económica nacional e internacional de la época-, así como los intelectuales y políticos progresistas pusieron en la II República, a la que definieron como “democrática de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de Libertad y Justicia” (art. 1º. de la Constitución Española de 1931), todas sus esperanzas para lograr una sociedad más justa y avanzada.

En ese contexto, y según la tradición oral y los escasos documentos que perpetuaron y perpetúan su memoria, surge la figura de don Cayetano político republicano de izquierdas, primero militante en el PSOE y luego en la Izquierda Republicana de don Manuel Azaña.

Por ello, la personalidad de nuestro -hasta el momento- último alcalde republicano y de izquierdas, no se limitaba a la de un burgués liberal, filántropo y caritativo –que lo era-, sino que respondía a una comprometida conciencia laica, presidida por los valores republicanos de la Libertad, Igualdad y Fraternidad. Fue un político consciente de que había que transformar una España y una Isla atrasada en todos los órdenes (económico, social, cultural…) y que apostó, en sus escasos seis meses de truncado mandato como alcalde, por la justicia social, frente a las caridades y beneficencias de una oligarquía la cual trataba de seguir acaparando la riqueza y los medios de producción valiéndose de esos “piadosos” parches que nada solucionaban.

No, no es de extrañar pues que los falangistas, apoyados por las autoridades golpistas locales y azuzados por un clero (representado en San Fernando en la persona del cura castrense Recaredo) que en sus homilías bramaba por la necesidad de “purificar” España acabando con los políticos republicanos de izquierdas y los sindicalistas más conspicuos, pusieran entre los primeros de su lista negra a don Cayetano y a sus hijos varones.

Durante su corto mandato, afirma la joven historiadora Patricia Fernández Marín, llevó a cabo iniciativas de indudable carácter social:
-    Incautación de una serie de edificios religiosos para transformarlos en centros de enseñanza, por lo que se comprometió con la alfabetización y la educación laica.
-    Dispuso que los dueños de fincas se ocuparan de su arreglo en beneficio de los obreros que las habitaban.
-    Estableció un precio regulador para la venta del pan.
-    Medidas de asistencia social, como los auxilios médicos y jubilaciones para los obreros…

Su ignominioso encarcelamiento durante meses (112 días) en los calabozos de nuestro Ayuntamiento, junto a otros concejales de izquierdas, sindicalistas de UGT y CNT, masones reales o supuestos y ciudadanos “acusados” de simpatizar con el Frente Popular, fue por motivos puramente políticos: la oligarquía fascista y los militares golpistas veían en él y en sus hijos varones (a los que “habría inoculado” también sus inquietudes políticas y sociales republicanas) un símbolo del enemigo al que había que aniquilar para purificar España.
Durante la larga noche de la guerra civil, la dictadura y postdictadura (léase “Transición”), el nombre de don Cayetano pervivió silenciosamente en el imaginario de las clases populares como un hombre bueno y caritativo, que atendía más allá de su deber a los pacientes más desfavorecidos, incluso ayudándoles económicamente.

La brutal represión ejercida en San Fernando –desde el mismo punto y hora en que se desató el golpe de estado fascista- empobreció durante muchos años la grandeza de la semblanza de un republicano de izquierdas comprometido con su pueblo y con la justicia social, de un ciudadano que no tuvo miedo a significarse pese a que tenía mucho que perder, de un político de esos que dan fuste y subliman la actividad política.

Pues bien, mañana día 28 de octubre de 2012 se cumplirán 76 años del asesinato de don Cayetano Roldán Moreno, por ser y actuar como alcalde republicano de izquierdas democráticamente elegido, a manos de unos facinerosos falangistas al servicio de una oligarquía local y nacional cómodamente instalada en una injusta repartición de la riqueza y en la monopolización de los medios de producción.

Hemos de aclarar que la fascinación de algunos de nosotros por la figura de don Cayetano como político republicano de izquierdas se remonta a pocos años atrás. Existía y sigue existiendo un afán más o menos invisible por ocultar lo que significaron tanto este buen alcalde y político republicano de izquierdas como sus compañeros de ideales –cenetistas incluidos- que lo acompañan en esta indigna fosa común, hasta hace no mucho reducida a ser un seudo jardín descuidado, en el que plantas y maleza ocultaban algunas cruces con las siglas de los allí enterrados (muchas de ellas sin nombre ni apellidos, meros acrónimos, por temor –suponemos- de sus deudos a padecer más represalias, o porque de esa manera las “autoridades” condenaban a los asesinados al olvido de los tiempos).

Muchos dirán que a golpe de denuncia y reivindicación hemos conseguido que presente un mejor aspecto, y no lo niego. Pero se sigue perpetuando la anonimia de quienes ahí yacen junto a don Cayetano y por qué permanecen enterrados ahí.
Esta fosa – ¡de la que algún funcionario nos llegó a afirmar que estaba vacía, que tenía un valor meramente conmemorativo!- debe ser considerada y tratada como lo que es: un lugar sagrado para la Memoria de quienes fueron asesinados por defender la Libertad y la II República, entre ellos nuestro admirado, querido y llorado don Cayetano Rodán Moreno.


Porque da vergüenza la genérica inscripción de ese monolito “de circunstancias”, cicatero en su construcción y en su inscripción: “Descansen en paz. 1936-1939”. ¿Por qué no se especifica quiénes están aquí y por qué?
Sigue existiendo miedo a hablar de la II República y de quienes defendieron el orden democrático legalmente establecido entre muchos de nuestros mayores e incluso entre algunos jóvenes.
Y siguen pesando oscuros y oscurantistas poderes fácticos empeñados en que el olvido borre sus nombres y su dignidad, mientras la simbología y los honores que ensalzan a los verdugos golpistas perduran en nuestras calles y plazas.

Sin embargo, estamos seguros que tomando como punto de partida el trabajo realizado por don José Casado Montado (“Trigo tronzado”, “Memorias de un malnacido”, “Cartas de un malnacido”, “Relatos de un malnacido”, “¡Látigo, Látigo, atrás! (Vivencias), “El Mangrullo”…), base fundamental para cualquier investigación de Memoria Histórica de la II República y de la Represión Franquista en La Isla, desde Amere, con el apoyo de otras instituciones progresistas, como es el caso del Ateneo Republicano de La Isla, PSOE, IU, PCE, los sindicatos de clase (UGT, CCOO) y la ciudadanía demócrata lograremos hacer que se cumpla la Ley de Memoria Histórica o Memoria Democrática. Simplemente porque es de justicia, simplemente porque “Sin Memoria, no hay dignidad”

domingo, 14 de octubre de 2012

¿Desde cuando la MH es una cuestión de dinero?

Resulta cuando menos sospechoso, que dos medios locales se pongan de acuerdo para que en el mismo día, publiquen sendos artículos sobre los incumplimientos de la Ley 52/2007 en San Fernando.
Más sospechoso cuando los dos periódicos tildan de “amenaza” las declaraciones de Valderas de “negar” subvenciones a los ayuntamientos que no cumplen la Ley y peor aún que pongan el acento en “lo caro” que resultaría para La Isla o en que La Junta “se pondrá las botas” o en las “molestias” que causarían a los ciudadanos.

Esta actitud de los medios, parece responder más a un seguimiento de las consignas de la derecha isleña que a un análisis serio y riguroso del flagrante y sistemático incumplimiento de la Ley, más a una búsqueda maquiavélica de justificaciones que a la necesidad de buscar la verdad, la justicia y la reparación de las atrocidades franquistas.

Es repugnante que en los momentos más álgidos de la crisis económica, que está llevando a la población a insostenibles situaciones de pobreza y necesidad, que se argumenten los costes económicos como excusa, como coartada. Nunca este ayuntamiento se acogió, en tiempos de bonanza económica, a las subvenciones y ayudas que tanto la Junta de Andalucía como la Diputación y el mismo Estado, pusieron a disposición de los ayuntamientos para sufragar los gastos de la retirada de la simbología franquista.
Nunca, este ayuntamiento quiso cumplir la Ley y ahora utiliza el populismo barato y la demagogia economicista para justificar que siempre han estado del lado de los golpistas.

Por el contrario, sendos periódicos, han dejado patente las mentiras del primer teniente de alcalde, Francisco Romero, cuando afirmó hace unos meses durante el debate de la moción presentada por IU, que su partido (PA) “había cumplido con la Ley de MH”.

Los incumplimientos descritos por los dos rotativos solo son una pequeña muestra de toda la simbología, enaltecimientos y homenajes que el consistorio mantiene aún con los asesinos y cómplices del golpe militar, mientras algunas de sus victimas permanecen enterradas en la fosa común del cementerio o en otras repartidas por los esteros.

Son los argumentos de siempre, las excusas y coartadas de siempre, “…hay cosas más importantes de qué preocuparse…”, “…solo buscan venganza…” “…borrar o dejar la historia…” y ahora, “…la Junta se pondrá las botas…”.
Desde AMERE tenemos claro y afirmamos que los que siempre tuvieron y se pusieron la botas fueron los militares golpistas y falangistas que detuvieron, torturaron, asesinaron y saquearon a muchos ciudadanos isleños y a su alcalde Cayetano Roldán, golpistas y asesinos que gracias al PP y al PA aún se pasean por nuestras calles y plazas con honores y reconocimientos.

No es una cuestión de dinero, es una cuestión de cumplir La Ley, es una cuestión de conocer la verdad, es una cuestión de Justicia y reconocimiento de las victimas.

jueves, 11 de octubre de 2012

La tapia del cementerio de Granada, señalizada como Lugar de Memoria Histórica

                            
La tapia del cementerio de Granada, donde fueron fusiladas unas 4.000 personas durante la Guerra Civil y la posguerra, ha sido señalizada como "Lugar de Memoria Histórica" por decisión de la Junta de Andalucía, que busca así homenajear a las víctimas y recordar los emplazamientos de la represión franquista.

Un monolito es desde hoy el símbolo de la señalización con el que el camposanto granadino, ubicado junto a la Alhambra, se suma a la lista de sitios relacionados con la Guerra Civil y declarados "Lugar de Memoria", figura que recoge el decreto de 2 de agosto de 2011 aprobado por la Junta de Andalucía para tal fin.
A este acto de homenaje celebrado esta tarde bajo la presidencia del vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, han asistido unas 200 personas, entre ellos representantes de las asociaciones de memoria histórica y familiares de víctimas.

Han asistido además el poeta Luis García Montero, que ha pedido que se dignifique también el paraje entre Víznar y Alfacar donde supuestamente yacen los restos de Federico García Lorca; el cantaor Juan Pinilla y María Martín, cantante de La Marea, que lo ha cerrado con la interpretación del himno de Andalucía.
La señalización de este cementerio como "Lugar de Memoria" da respuesta a una reivindicación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que en varias ocasiones ha instalado allí una placa que con posterioridad ha sido retirada por el Ayuntamiento, la última de las cuales fue colocada el pasado julio.

En aquella ocasión, el Ayuntamiento decidió retirarla argumentando que no se ajustaba a lo acordado en cuanto a las características de su formato y que no atendía al modelo establecido por la Dirección General de Memoria Democrática.

El portavoz del equipo de gobierno, Juan García Montero (PP), ha dicho hoy en rueda de prensa que todo aquello que son recuerdos para personas que perdieron la vida en una contienda bélica "es algo bueno y razonable", y ha defendido la labor de coordinación con las instituciones llevada a cabo por el Ayuntamiento, que ha estado representado en el acto por Fernando Egea, teniente de alcalde.

Durante el acto, Valderas ha dicho que el Gobierno andaluz es un "actor activo" en la recuperación de la memoria democrática y que existe un acuerdo programático para defender los principios de "verdad, justicia y reparación de las víctimas del franquismo" y la libertad desde la Segunda República hasta la Transición política.

"El Gobierno andaluz tiene una deuda que hoy salda parcialmente, ya que este es sólo un paso más en el camino que juntos hemos de recorrer para fortalecer nuestra democracia, para construir una Andalucía fuertemente asentada en los valores de solidaridad, libertad y justicia social", ha declarado Valderas.

Según el decreto regulador aprobado por la Junta, la consideración de un emplazamiento como "Lugar de Memoria" obliga a la administración pública titular a garantizar su identificación, señalización, preservación y, en el caso de que experimente alguna transformación de importancia, a mantener una huella o registro permanente que sirva para recordar los hechos relacionados con él.

La declaración, que corresponde al Consejo de Gobierno, conlleva un informe exhaustivo con documentación sobre el lugar, su evolución histórica y la narración de los hechos que motivan su reconocimiento con los datos sobre quienes se vieron involucrados.

Los "Lugares de Memoria" se inscriben en un catálogo específico de carácter público, y hasta hoy también ha sido declarado como tal la casa de Blas Infante en Coria del Río (Sevilla).